25 de enero de 2011

Experiencia = consultora propia

He estado unos días en Fitur 2011 y he entrado en contacto con grandes profesionales que han utilizado su expertise para convertirse, ultimamente, en consultores independientes. En realidad es la más común de las conclusiones, a pesar de la economía actual. Un consultor independiente tiene años de experiencia en management en grandes compañías y aporta valor y agilidad en los negocios en donde están involucradas varias partes.

Eso sí, todos coincidíamos en algunos humildes consejos que no están de más para facilitar la transición.

1. Saber en que nos estamos metiendo

La consultoría implica ir más allá de poner en práctica nuesta área de expertise. Necesitamos ofrecer y vender continuamente nuestros servicios. "En esencia, estamos en una búsqueda infinita de trabajo". Los consultores necesitamos dedicar el 50% o más, de nuestro tiempo, en encontrar nuevos proyectos y en marketing.

2. Planificar nuestro negocio

Es de mucha utilidad redactar un plan básico que describa nuestros servicios, nuestros clientes objetivo, la estrategia de marketing y los ingresos proyectados. Es importante estár asesorados por un financiero para establecer un modelo de negocio que tenga sentido. Mientras tanto, debemos construir el sitio web de la empresa, abrir una cuenta de e-mail corporativa y, si nuestra oficina está en casa, tener una línea telefónica separada. Esfuerzos como esos impulsarán nuestra credibilidad.

3. Hacerse amigo de nuestros competidores

A menudo, los consultores nos referimos unos a otros cuando no podemos satisfacer a nuestros clientes. "Algunos tienen más proyectos de los que pueden manejar o consiguen un trabajo que no se ajusta a su expertise". La recomendación con un cliente es un elemento generoso pero debemos actuar en reciprocidad cuando surja una oportunidad. También podríamos asegurarnos las referencias uniéndonos a algún grupo o asociación del sector de la consultoría. No debemos tener miedo a comunicarnos. "Otros consultores han sido lo suficientemente abiertos como para compartir qué funcionó y qué no funcionó para ellos".

4. Tener claro el precio de nuestros servicios

No siempre es fácil saber que cobrar. Para determinar una tasa justa por nuestros servicios, podemos preguntar a otros consultores dentro de nuestro nicho cuánto cobran, y cruzar estos números con los de los libros acerca de la profesión de los expertos de la industria. "Necesitamos ser capaces de poner un precio tal que indique el valor real de nuestros servicios... y quedar en una posición que nos permita atravesar un proceso normal de negociación".

5. Pasar la voz

Debemos dar a conocer, a nuestra red profesional y personal, nuestro trabajo como consultor, para que nos refieran. Debemos asistir a eventos de negocios dirigidos a ejecutivos que podrían beneficiarse de nuestros servicios. Debemos ir a estos eventos preparados con una presentación de 30 segundos. "Hay que tener siempre a mano una buena charla que atraiga la atención de nuestro interlocutor".

No hay comentarios:

Publicar un comentario