Las “frases hechas” habitualmente están cargadas de sentido común. Una de tantas: “lo que funciona no se debe tocar” desde luego no es aplicable al turismo en Canarias. Nuestro turismo hace ya bastantes años que no funciona convenientemente y por lo tanto este desgraciado hecho merece todos los debates que ocasiona y que por supuesto seguiremos viendo, escuchando y leyendo en cualquiera de los innumerables foros que la actividad, imprescindible para la economía canaria, suscita.
Imbricados en estas desiguales fórmulas magistrales hay mensajes que palpan la opinión a la espera del mayor consenso a la hora de tomar algunas decisiones estructurales que necesariamente pasan por tocar la médula del futuro de aquellos que trabajamos en casi en cualquier cosa en Canarias (piense usted si no en alguna actividad en nuestra Comunidad que directa o indirectamente no tenga que ver con el turismo).
Una de estas decisiones pasa por saber definitivamente si queremos nuevas camas hoteleras y/o extrahoteleras osi las que ya tenemos sean, como es lógico, de mayor calidad (por lo menos aquellas no reconvertidas en residenciales que por ahora tampoco se podrán vender). Efectivamente parece razonable, a priori, que si queremos las dos cosas la solución no es tan difícil: “¡¡más y mejores camas para nuestro turismo receptivo!!”, pero estarán de acuerdo conmigo que “el turismo receptivo” hatocado hace tiempo techo y por lo tanto seguir aumentando la oferta (aunque sea diferenciada) no tiene mucho sentido. Pero si los foros que continuamente ponen el debate sobre la mesa no se ponen de acuerdo, y lo que es peor buscan (algunos) múltiples imaginativas piruetas, acompañadas por supuesto de sus necesarias leyes para hacer más camas (eso sí de cinco estrellas), es que detrás del sentido común hay como mínimo un sexto sentido, ya saben ese que sólo algunos tienen y que aunque no está demasiado claro parece ser que si existe.
Creo por lo tanto que no está siendo (ni será) una decisión fácil de tomar y que como mínimo hay tres factores (entre otros) a tener en cuenta: 1) en Canarias no es procedente meter más cemento para este cometido, 2) tenemos zonas en donde el cemento está muy deteriorado y eso está siendo, desde hace muchos años, la muerte del turismo en algunas insignes zonas de nuestra comunidad que están en la mente de todos y 3) esta decisión deber ser tomada por el conjunto de la sociedad, es decir, por todos aquellos que nos jugamos el futuro de nuestra vida y de nuestro trabajo en esta tierra, y no por unos pocos aunque los hayamos votado (en listas cerradas dicho sea de paso).
Por último creo que sería bueno que todos los profesionales del turismo instemos a aquellos que no se manejan por esos destinos, urbanizaciones, hoteles… deteriorados por diferentes razones y sin soluciones adecuadas en el tiempo, a que los visiten y piensen que podemos hacer al respecto y juntos ayudemos a aquellos que deben tomar las decisiones necesarias y sostenibles para Canarias.
Minimizar la estacionalidad ha requerido desde siempre esfuerzos importantísimos. A veces incluso nos empeñamos [y frustramos] en luchar contra ella en destinos conceptualizados a partir, por ejemplo, del buen tiempo y por supuesto acabamos sufriendo una y otra vez la respuesta contundente del mercado si no ofrecemos alternativas atractivas.
Unir múltiples ideas en torno al concepto y actuar con táctica y estrategia es una alternativa adecuada y lo lógico sería conseguir más clientes, reduciendo sombras en los mapas de ocupación. Pero todos somos conscientes que alargar las temporadas es un objetivo de gran complejidad que nos obliga a re-inventarnos constantemente, no exactamente para minimizar estacionalidad, sino para no perder cuota de mercado.
En Canarias, probablemente siendo el mejor destino de invierno en Europa, siempre hemos luchado junto al precipicio de la estacionalidad. La competencia en verano es muy dura y tenemos competidores que con nuestras propias armas tienen la ventaja de estar más cerca de los mercados emisores y cada día nos ponen el listón más alto.
Con todo, hace ya algunos años, alguien entendió que esta situación ponía en peligro constante su negocio y decidió que en vez de seguir jugando una y otra vez con la misma baraja lo que debía hacer era cambiar el tapete de la mesa de juego, e importó un concepto de éxito en Estados Unidos: los complejos de uso mixto basados en titularidad compartida.
Los complejos de uso mixto La propuesta de estos complejos se hace llegar directamente al cliente y el mensaje trasmitido es “juntos vamos a conseguir las vacaciones que usted realmente quiere”. Es decir: 1) convertimos al cliente en nuestro socio sin canales intermedios y 2) superamos las expectativas más exigentes con respecto a la calidad. Esto puede parecer, en un primer momento, utópico pero baste decir que en el modelo tradicional de ir al mercado a buscar un cliente nuevo cada año es mucho más caro que mantener a un cliente fiel.
España alberga el 26.3% de todos los complejos de titularidad compartida en Europa. En Las Islas Canarias se encuentran el 40% de estos complejos, pero si además hablamos en número de unidades (habitación de hotel o apartamento) la cifra es de un 50%. “El 50% de los complejos de titularidad compartida en España están en las Islas Canarias”. Por lo tanto la popularidad de Canarias como destino de titularidad compartida se hace evidente tanto por la cantidad de complejos como por el número de unidades por complejo dedicadas.
Lo habitual es que muchos de estos complejos no estén dedicados exclusivamente a titularidad compartida. Existen numerosos ejemplos de hoteles y de complejos inmobiliarios que reasignaron una parte de sus habitaciones y apartamentos a este uso. Este uso, con sus perfiles de ocupación diferentes, ofrece a menudo una forma rentable de utilizar la capacidad infra productiva.
Muchos operadores han elegido desarrollar la titularidad compartida junto a alojamientos tradicionales hoteleros, de ahí su denominación de complejos de uso mixto, y han demostrado ser una fórmula ideal para luchar contra la estacionalidad en Canarias, fortaleciendo a los complejos que la emplean ante épocas de incertidumbre y recesión.
Las ventajas de adoptar este modelo de desarrollo son evidentes tanto reasignando unidades dentro del hotel como desarrollando propiedades próximas al hotel:
- El hotel tiene ya una base de clientes establecida y estos son clientes potenciales para campañas de marketing del complejo en titularidad compartida.
- El hotel puede ser utilizado como base para alojar a clientes potenciales para “tours de demostración” a través de las campañas de marketing adecuadas.
- Las instalaciones hoteleras, particularmente el restaurante, bar e instalaciones deportivas, si resultan apropiadas, pueden prestar servicio para las unidades de titularidad compartida sin necesidad de gastar capital adicional en la construcción de otras nuevas.
- Por extensión, los servicios hoteleros existentes pueden hacerse más rentables cuando se utilizan para prestar servicio a las unidades de titularidad compartida. Las funciones existentes de limpieza, lavandería y mantenimiento pueden todas disfrutar de estos beneficios en su productividad. El establecimiento de una capacidad de titularidad compartida añadida a un desarrollo hotelero existente puede de esta forma aportar una considerable viabilidad comercial añadida al hotel.
- Adaptar por fases [incorporando módulos de 10 / 20 / 30 unidades cada vez] es muy diferente a construir y completar un hotel de 250 / 300 unidades hasta que se pueda poner en marcha un flujo de ingresos. La adaptación por fases y el traspaso de financiación hacen que las tasas internas de ingresos resulten más atractivas.
- No tenemos que acudir constantemente a los mercados a buscar clientes, los clientes en titularidad compartida se constituyen en nuestros socios proponiendo al concepto el exponente máximo de fidelización.
Por todas estas razones, entre otras, propongo la titularidad compartida como una alternativa razonable para luchar contra la estacionalidad. Lógicamente no es un fórmula mágica, necesita de una dedicación intensiva con recursos que muchas veces son escasos en el mercado.
Por último destacar unos datos del informe “The European Timeshare Industry 2008” elaborado por el Tourism and Travel Research Institute de la Universidad de Nottingham:
- La industria europea de titularidad compartida generó un gasto de 3.200 millones de € en 2007.
- Los propietarios europeos de titularidad compartida gastaron más de 1.600 millones de € durante sus vacaciones, además de 957 millones de € en compras de titularidad compartida y 618 millones de € en cuotas de mantenimiento.
- El gasto medio por viaje (o vacaciones) en 2007 fue de 1.588€ por familia, principalmente en restaurantes, alquiler de coches, parking y gasolina, alimentación, regalos, recuerdos y ropa.
- En términos de empleo, un total de 70.000 puestos de trabajo fueron sostenidos directamente por la industria de tiempo compartido.
- El 86.6% de los usuarios dijeron estar satisfechos con sus vacaciones y un 55.6% afirmaron estar muy satisfechos.
- El 32.2% de los usuarios europeos lo son en sus países de origen, mientras que dos tercios lo son en el extranjero.
- La edad media de los usuarios europeos es de 55 años.
El pasado 29 de mayo se celebró en el Gran Hotel Bahía del Duque el XII Foro Internacional de Turismo Costa Adeje.
El programa se desarrolló en formato de mesa redonda con aportaciones en un marco de recesión internacional que afecta de manera importante al turismo. En varias ocasiones se hizo alusión a que el turismo no está realmente en crisis, que lo está la coyuntura económico- financiera y que es esta la que actúa de freno ante la industria turística mundial. Evidentemente este planteamiento tuvo contestación en los pasillos en los que algunos asentían ante la obviedad y otros decían que el turismo lleva en crisis muchos años, siendo la situación actual mucho más penosa pero en línea con la curva descendente de los últimos tiempos: en definitiva peores ocupaciones y peores precios medios.
La presentación del Foro estuvo a cargo de la mesa política formada por el Alcalde de Adeje José Miguel González Fraga, la Consejera de Turismo del Gobierno de Canarias Rita Martín Pérez y el Director General de Turespaña Antonio Bernabé, este último encargado de la conferencia inaugural. La idea fundamental expresada fue que la administración (local, autonómica y nacional) tiene que trabajar mano a mano con la empresa privada como única alternativa a la crisis. Seguir apostando por la calidad de nuestros destinos y nuestros hoteles, no entrar en la guerra de precios con nuestros más directos competidores e innovar ante la dificultad, son básicamente los mensajes trasmitidos.
Tres mesas redondas para tres temas de especial sensibilidad e importancia: distribución on-line, líneas aéreas y mercados emergentes.
1) El hotelero ante un nuevo marco competitivo, moderó Javier González Soria managing director de Google Travel Spain, compartió debate con Ovidio de Andrés consejero delegado de Logitravel, Tomeu Benassar director de sistemas de Iberostar y Joan Roca managing director de Laterooms.com.
Desde el principio se puso sobre la mesa que en Internet hay, en estos momentos, más gente mirando que comprando y esto supone esfuerzos en fórmulas de interactuar 2.0 que transformen las visitas en ventas. El fondo del debate estuvo basado fundamentalmente en el precio: ¿quién debe poner precio a la habitación publicada en la red? El hotelero comentaba que el precio está compuesto por la suma de esfuerzos de calidad, de destino, de marca… y que atendiendo a estas inversiones continuadas durante años le corresponde al operador hotelero esta decisión. En contra de este argumento el distribuidor reclama para sus portales el final de la anarquía abogando por un precio neto por parte del hotelero, proponiendo una plataforma de inventario de camas y precios que ordene el mercado como solución. También aconseja el distribuidor al hotelero que se ocupe más de la marca, de la calidad las fotos de sus instalaciones, de los textos, de la calidad del alojamiento, y que deje para ellos las estrategias de optimización y marketing. Por último, un mensaje claro y alto: el modelo de distribución tradicional migrará hacía otros modelos, y aunque llevará tiempo, llegará a una convergencia que asumirán los distribuidores on-line, el mundo va hacía un consumidor on-line en donde el paquete avión+hotel ya tiene un protagonismo importante.
2) El difícil horizonte del transporte aéreo y sus consecuencias para las islas, moderó Manuel Molina director de Hosteltur, compartió debate con Álvaro Middelmann director general de Air Berlín, Juan José Álvarez Gallego director de AENA en Canarias, José María Llodrá director general de Air Comet y Gianella Perluzzo gerente regional de Jet2.com.
La lectura de la composición de la mesa nos proporciona una fotografía del marco turístico canario liderado por los mercados británico, alemán y peninsular, acompañados por un representante de los aeropuertos. ¿Qué ocurre con las tasas aeroportuarias?, ¿ayudaría su reducción a superar la crisis? Las compañías aéreas reconocen en AENA la evolución y modernización durante los últimos años de los aeropuertos españoles, que han hecho de nuestro país un modelo mundial a este respecto. Pero, no obstante, critican de forma unánime el modelo de tasas aeroportuarias poniendo como ejemplo que tasas de uso de instalaciones o seguridad afectan de distinta forma al pasajero regular y al charter, siendo este último gravado sobre el primero no sabiendo muy bien la causa. La diferencia de opinión es clara. El representante de AENA dice que las tasas sólo suponen un 4% en los costes de una compañía aérea, que aún siendo una compañía pública, por ley tienen que autofinanciarse no pudiendo acceder a fondos públicos, que en definitiva el problema no son las tasas sino la bajada de la demanda turística. Los representantes de la compañías, por su parte, dicen que en un negocio en “economía de guerra”, en donde el ingreso por asiento y kilómetro se mide en céntimos de euro, un 4% es muy importante en un sector tan competitivo, y piden un cambio de modelo en la gestión y eficacia de los aeropuertos. Por último piden al sector turístico canario que creen demanda en mercados emergentes que tienen capacidad de crecimiento invirtiendo en promoción, para ellos la creación de una línea aérea canaria no soluciona nada al ser el problema de demanda, y no entienden porqué se les tiene que hacer competencia con dinero público después de los años de esfuerzos inversores para traer pasajeros a Canarias.
3) Países emergentes, una nueva oportunidad para el negocio turístico, moderó Francisco Alcaráz consejero delegado presidencial de las Islas Occidentales (Hotel Bahía del Duque), compartió debate con Luís Bobes consejero de turismo en la embajada de España en Moscú, Arturo Claver consejero de turismo en la embajada de España en Varsovia y Félix de Paz consejero de turismo en la embajada de España en Viena, responsable de la República Checa.
Después de la recesión que están experimentando los mercados británico, alemán y peninsular, por diferentes factores, ¿son Rusia, Polonia y República Checa mercados emergentes, o los emergentes en esos destinos somos nosotros? Para los representantes españoles la respuesta es clara: no se pueden llenar los huecos que han dejado los mercados tradicionales, pero Rusia, Polonia y República Checa siguen siendo una oportunidad sobre todo para Canarias, considerado el mejor destino de invierno en Europa. Somos el destino preferido en España para checos y polacos siendo el tercero para los rusos. Esta posición de privilegio todavía dista de ser consolidada, la causa es una promoción que debe mejorar y ser más estable, sobre todo con competidores comunes y que son muy agresivos comercialmente como Egipto, Turquía y Grecia.