17 de agosto de 2009

Recursos humanos para la gestión de proyectos

Nuestro tejido empresarial tiene muchas debilidades con respecto a la gestión de recursos humanos. Si hablamos, concretamente, de gestión de proyectos y de gestión por procesos nos encontramos con un panorama desalentador:

  • Formación insuficiente y poca disposición e interés para la mejora en esta materia por parte de las personas
  • Dificultades para la retención del personal cualificado, cuyo coste de formación es muy elevado
  • Escasa calidad de gestión, gestión anticuada, procesos claramente mejorables
  • Autocomplacencia con la obtención y mantenimiento de certificaciones de calidad
  • Problemas de liderazgo: falta de formación y cualificación suficiente en personal directivo y más especialmente en mandos intermedios y poca o mala disposición para resolverlo, lo que entre otras cosas genera serios frenos para la innovación en gestión

Estos hechos, y otros, hacen totalmente necesario que las empresas modifiquen parte de sus estrategias con respecto a sus recursos humanos y dispongan fórmulas para que personas formadas en gestión de proyectos, tanto a efectos generales como específicos, y en gestión por procesos puedan dar respuesta a todas aquellas preguntas que se plantean en el entorno empresarial a estos efectos:

  • ¿Por qué la gestión de proyectos es útil para nuestra organización?
  • ¿Cómo interaccionar con los participantes del proyecto para maximizar la productividad?
  • ¿Cómo establecer líneas de base realistas de coste, tiempo y alcance?
  • ¿Qué técnicas de gestión pueden utilizarse para motivar a los equipos?
  • ¿Qué métodos se pueden usar para evaluar el rendimiento del equipo del proyecto?

La empresa tiene que se consciente de que la realización de un proyecto, o la optimización de un proceso, requiere hacer todo los posible para conseguir el éxito. Este hecho, aparentemente una obviedad, tropieza de forma habitual con muchas aristas dentro de la organización y es la base de muchos fracasos: 1) falta de habilidades y disciplina de gestión y organización, 2) indefinición de roles y responsabilidades, y 3) minusvaloración del impacto organizativo.

Un personal cualificado y formado en gestión de proyectos y/o procesos aportaría el escenario necesario para que se produjera el éxito y equilibraría los aspectos técnicos, organizativos y de gestión o dirección del proyecto y de la organización. Algunos de los cuales podrían ser:

  • Estarían claramente establecidos el valor y los beneficios que se obtienen al realizarlo
  • Se establecerían claramente los objetivos, resultados y productos que hay que obtener
  • Se establecerían claramente el alcance y las limitaciones del trabajo
  • Se realizarían, controlarían y actualizarían planes detallados, en los cuales los hitos de trabajo aparecerían bien especificados en el tiempo
  • Se aseguraría constantemente el apoyo de la dirección, consistencia de los objetivos y provisión de recursos
  • Se escucharían y se interpretarían las expectativas de todos los usuarios y partes involucradas y se planificarían y gestionarían adecuadamente
  • Se asignarían los recursos adecuados, con las habilidades necesarias, tanto técnicas como de gestión de proyectos
  • Se monitorizaría, evalúaría y se obtendría retroalimentación a lo largo de toda la ejecución del proyecto
  • Se identificarían a tiempo y se gestionarían las incidencias, crisis y desviaciones

Disponer del personal adecuado y formado a estos efectos hará que las empresas inicien, desarrollen y terminen con éxito sus proyectos en un porcentaje mayor que el actual, y gestionen de forma más eficientes sus procesos.

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